sábado, 27 de abril de 2024

El morboso culto cristiano por el sufrimiento humano


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

La cucufatería ha salido en bloque a oponerse a la eutanasia con el argumento de que no se puede obligar a un médico a matar. Ahora ese es el argumento esgrimido por estos sectores confesionales y conservadores. Además de muchas alegaciones tontas que siempre emplean los más afiebrados activistas de la secta, como que todo es parte de "la agenda 2030" o de "la cultura de la muerte" que nos quieren imponer mientras que ellos defienden la "cultura de la vida". En fin. 

Lo cierto es que en ningún momento se refieren a la persona doliente, al enfermo desahuciado, al paciente terminal que sufre y agoniza en una cama de hospital, sin ninguna esperanza, esperando una muerte que nunca llega o que tarda en llegar debido a los procedimientos invasivos y tortuosos a que es sometido por los médicos en su afán de mantenerla viva. Viva, pero sin dignidad. 

El problema de los cristianos militantes es que han desarrollado una morbosa afición por el dolor y el sufrimiento. El cristianismo tiene todo un culto hacía el sufrimiento humano que lo convierte en una especia de mérito espiritual y boleto de ida al paraíso. Para el cristianismo el dolor y el sufrimiento son instrumentos de redención y acercamiento al Creador. En especial para los católicos, el sufrimiento es una especie de hermanadad con Cristo. La cita de San Pablo "completo en mi cuerpo lo que falta a los padecimientos de Cristo, a favor de su Cuerpo, que es la Iglesia" es usada para justificar el padecimiento, el dolor y sufrimiento de las personas. Añade aun San Pablo que "Dios se alegra de nuestros sufrimientos". En la web católica se puede leer "No es que a la pasión de Jesús le falte algo, pero ha dejado un lugar para que incorporemos a ella nuestros propios sufrimientos, haciéndolos valiosos y con sentido. Eso sí, como el de Jesús, nuestro sufrimiento debe ser 'amoroso'".

No sé ustedes, pero yo encuentro bastante patología mental en todas estas ideas a favor del sufrimiento humano. Esto explica por qué a los cucufatos les interesa tan poco o nada el padecimiento de los enfermos terminales, de esos despojos humanos que en cada hospital han perdido toda dignidad humana y permanecen en condiciones humillantes, con una existencia tortuosa y degradante, condenados al dolor y a la lástima sin esperanza alguna, deseando en muchos casos acabar con esa forma de vida indigna, aunque nadie quiera oír tales deseos. Y mucho menos los cristianos a quienes todo ese sufrimiento les resulta un gozo espiritual. Famoso es el caso de la hoy Santa Teresa de Calcuta, muy criticada por mantener casas de acogida de enfermos que en realidad eran casas de la muerte, donde los enfermos terminales solo recibían aspirinas o agua sola, mientras se les impelía a orar. Según la madre Teresa "el mundo gana con el sufrimiento de los pobres", pero ella fue a un hospital moderno de EEUU cuando requirió cuidados paliativos.

Sin duda hay mucha patología en estas creencias cristianas y su culto por el sufrimiento humano. Ese es el principal motivo por el que se oponen a la eutanasia, pero no lo dicen. Apelan solo al juramento médico que les impide matar. No quieren que los médicos sean obligados por un juez a matar. Pero el juramento hipocrático también habla de la dignidad humana y de la conciencia de los médicos. Por ejemplo, dice claramente "No permitiré que prejuicios de religión, nacionalidad, raza, partido político o nivel social se interpongan entre mi deber y mi conciencia". Más adelante, se lee "guardaré el máximo respeto a la vida y dignidad humanas" dejando claro que no es solo la vida lo que importa sino también la dignidad humana. 

El juramento médico también dice: "respetaré siempre la voluntad de mis pacientes y no realizaré ninguna práctica médica o experimental sin su consentimiento". ¿Por qué entonces se les obliga a los médicos a administrar procedimientos tan invasivos como llenar de tubos, mangueras y agujas a pacientes terminales o incurables, incluso cuando estos ya no quieren seguir sufriendo? Y por último, también dice el juramento: "no realizaré experimentos que entrañen sufrimiento, riesgo o que sean innecesarios o atenten contra la dignidad humana". Me parece claro pues que los cristonoicos no tienen razón para apelar al juramento médico en su afán de defender el padecimiento y sufrimiento de los enfermos.